Cuando nos damos un golpe, o nos lesionamos haciendo deporte, no se nos ocurre volver a la actividad de golpe.
Primero nos preparamos, vamos al médico y al fisio para que nos ayuden a ponernos a punto y poder volver a tope.Y ¿qué ocurre si el trauma es en el corazón? Un infarto, un cambio de válvula, un cateterismo, o incluso un trasplante? Pues lo mismo. Que vamos a necesitar ponernos en forma para nuestra actividad de todos los días.
¿Pero qué dices? ¿Eso no es muy peligroso? Yo prefiero no moverme, que estoy enfermo… Lo peligroso es quedarse sin hacer nada. El cuerpo y el corazón necesitan movimiento. Evidentemente, lo vamos a hacer de manera segura, bajo indicación del cardiólogo, y supervisados por un profesional sanitario que esté especializado y que nos sepa guiar hasta que tengamos la autonomía.
Los programas de redaptación cardíovascular son necesarios y esenciales para prevenir las recaídas,y para que comprendamos lo que ha pasado. Así podremos volver a estar cómodos con nuestro cuerpo.